Por Xavier Moret En este año que empieza hay unos cuantos destinos que salen como favoritos. Destacamos cinco: dos de América, dos de Asia y uno de Europa. Son buenas apuestas a la hora de planear un viaje. Cuba Desde que se normalizaron las relaciones entre la isla y Estados Unidos, Cuba se prepara para recibir una avalancha de turistas. Una recomendación: vale la pena ir lo antes posible, antes de que nada cambie, o mejor dicho, antes de que cambie demasiado, de que se borren el aire decadente de los viejos edificios de La Habana, el encanto de los coches antiguos que circulan por la isla y la espontaneidad de unos habitantes que reciben a los turistas con una sonrisa y la música siempre a punto. En La Habana es obligado visitar, además del centro histórico, el Floridita (por los daiquiris), la Bodeguita del Medio (por los mojitos), la Casa Museo de Hemingway (por la literatura) y el Malecón, el paseo junto al mar que viene a ser como la sala de estar de los habitantes de la capital. Todo resulta fácil en La Habana, pero un tema pendiente en Cuba es conseguir que los turistas no se conformen con visitar la capital y alguna de las playas más famosas, como Varadero, Ancón o Cayo Largo. Cuba da para mucho más, como puede verse en la provincia de Pinar del Río, con las grandes plantaciones de tabaco y unos caminos donde el trekking es una tentación, como en el valle de Viñales. En el centro de la isla, en la provincia de Sancti Spíritus, las ciudades coloniales de Trinidad y Cienfuegos son como museos al aire libre, con calles y casas que invitan a hacer un viaje al pasado y con ingenios, como el de Iznájar, que nos muestran la vida de antes. Entremedio, no faltan los monumentos que enaltecen la Revolución y pintadas como la que predica “Revolución o muerte”, a la que un bromista añadió a mano: “Valga la redundancia”. Tampoco debemos olvidar Santiago, a unos 900 kilómetros de La Habana. El centro colonial, el Museo del Ron y la cercana playa Baracoa son buenos motivos para viajar al otro lado de la isla. La Habana (izquierda) conserva el encanto decadente de los viejos edificios y una especial alegría de vivir. Filipinas (en la imagen, isla de Panglao) se consolida año tras año como uno de los destinos exóticos de mayor crecimiento. LUIS MARTINEZ/GETTY RACC 55 diciembre 2016
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