
LOS SOCIOS NOS EXPLICAN SU EXPERIENCIA
“El 16 de enero, volé —como hago
a menudo por razones de trabajo—
de Barcelona a Argel para después
coger un vuelo interno con destino a
Annaba, cerca de la frontera tunecina.
Fue en ese vuelo cuando me
encontré muy mal, tenía hormigueo
por todo el cuerpo, dificultad para
respirar y la sensación de que perdía
el conocimiento. Tuve la inmensa
suerte de que en el avión viajara una
médico, que me hizo un primer reconocimiento
y le dijo al comandante
que o aterrizaba inmediatamente o
yo me moría. El piloto realizó un
aterrizaje de emergencia en el primer
aeropuerto que encontró, el de
Bejaia, una ciudad en la región bereber
de la Cabilia. Allí me llevaron
al hospital universitario.” El socio del
RACC Joaquim Vives relata que “a
pesar de la disposición del personal,
el hospital estaba saturado y le faltaban
medios. No tenían claro qué me
pasaba y no me daban medicación”.
La solución: llamar al RACC
“Por suerte, mi familia contactó con
el RACC. Al saber que vendría a buscarme
en un avión medicalizado,
volví a la vida. Cuando aparecieron
el médico y el enfermero llegados
desde Barcelona, me sentí aliviado,
“Cuando el RACC
me vino a buscar,
volví a la vida”
JOAQUIM VIVES, SOCIO DEL RACC DESDE HACE
29 AÑOS, EXPLICA CÓMO VIVIÓ UNA ASISTENCIA
MÉDICA URGENTE DESPUÉS DE SUFRIR UNA CRISIS
CARDÍACA EN UN VIAJE DE TRABAJO A ARGELIA.
RACC 80 junio 2018
JORDI PLAY