DE VIAJE
La comodidad y la independencia de
poder marcar tú mismo el ritmo y el
encanto de los paisajes que te proponemos
seguro que te harán repetir.
Holanda
La Ruta de
las Flores
Mar
del Norte
Edam
Volendam Marken
ÁMSTERDAM Haarlem
Leiden Aalsmeer
Utrecht
Gouda
La Haya
Delf
Róterdam
Como en la historia del mago de Oz,
la Ruta de las Flores propone un viaje
lleno de color y perfume.
Al pasear junto a los canales de
Ámsterdam, en las cercanías del
Bloemenmarkt o mercado de las
flores, se descubre una gran oferta
de comercios en los que se vende un
solo producto: el bulbo de tulipán.
La variedad de colores y formas es
increíble, y está íntimamente ligada
a la historia de Holanda, a donde
llegaron desde Turquía en el siglo
XVI. Desde enero, pero en especial
en primavera, los campos holandeses
parecen haber recibido gruesos
brochazos de azul, rojo o amarillo,
ya que cada variedad de flor se cultiva
por separado. La mejor manera
de admirar los millones de jacintos,
dalias y tulipanes en floración es seguir
la Bloemen Route, que en solo
40 km se apodera de los sentidos de
quien la recorre. Su trazado parte de
Haarlem y llega hasta Naaldwijk,
aunque vale la pena tomar algún
desvío para acercarse a lugares como
Aalsmer, “capital mundial de la
flor”. Por su parte, Haarlem se sitúa
a pocos minutos de Ámsterdam y era
una de las principales productoras
de cerveza, hasta que llegó la pasión
floral. Sus canales y puentes dibujan
una imagen propia de los maestros
paisajistas holandeses. Después llegan
Lisse y los jardines de Keukenhof,
uno de los mayores de Europa,
con 28 hectáreas de zonas verdes y
14 km de senderos para recorrer sus
estanques, invernaderos y molinos.
Otro hito de la ruta es Leiden, donde
nació Rembrandt, a orillas del
Rin, y en cuyo jardín botánico se
plantó en 1593 el primer tulipán de
Holanda. La severidad regia de La
Haya y los inmensos invernaderos
y subastas de flores de Naaldwijk
ponen el punto final a un viaje por
el reino del aroma y la policromía.
k
RACC 64 marzo 2018
DENNIS VAN DE WATER/THINKSTOCK
La bicicleta es una de las mejores opciones para descubrir Ámsterdam (arriba).
Acercarse al lago Ness (derecha), cerca del pueblo de Inverness, es una cita obligatoria
para descubrir si existe el monstruo, llamado popularmente Nessie.