Se habla mucho de los robots.
¿Realmente son una amenaza para
los puestos de trabajo?_ Todo
proceso de creación comporta una
destrucción, pero las revoluciones
industriales han creado más puestos
de trabajo de los que han destruido.
Las nuevas tecnologías abaratan los
productos, la gente puede comprar
más y aparecen sectores asociados.
Con la invención del coche surgieron
sectores, como los seguros, la ayuda
en la carretera o el turismo, que
Henry Ford no podía imaginar. La
revolución de ahora, la de los robots,
las nanotecnologías, las impresoras
3D y la desintermediación, es diferente
por la velocidad con la que todo
evoluciona, según los expertos.
¿Qué tiene Barcelona que no tengan
otras ciudades?_ Además del
clima, Barcelona y Cataluña tienen
gente muy creativa. En el tema de la
revolución digital, hemos demostrado
mucha mayor capacidad de innovación
que otros lugares de Europa.
El número de becas y de premios
por investigación de las universidades
catalanas es superior al que
correspondería por población o por
el porcentaje del PIB destinado. Tenemos
una capacidad de innovación
y creación muy buena, aun estando
en un sistema que no nos conviene.
¿Cómo te desplazas por la ciudad,
cuando estás en Nueva York
o en Barcelona?_ Por Manhattan,
andando o en transporte público.
También en taxi y, del aeropuerto
a casa o al revés, utilizo Uber. En
Barcelona me desplazo en coche.
¿Te ha ayudado el RACC alguna
vez?_ Sí, varias veces y en poco tiempo.
Mi coche, como muchos, en vez
de llevar una rueda de recambio va
equipado con neumáticos runflat. En
dos ocasiones, en la AP-7, yendo a la
Costa Brava, se me ha pinchado una
rueda, y aunque en teoría con este
sistema se puede circular hasta 80
km, en 3 minutos me he encontrado
que la tenía totalmente destrozada.
Tienes 350 americanas. ¿Cuál
es tu color preferido?_ No tengo
ninguno, depende mucho del día.
Parece que el uniforme oficial de
los hombres tiene que ser siempre
negro, azul marino o gris. Y si eres
muy moderno, unas rayas. Hace
años que me planté y decidí vestirme
como yo quería. En el FMI
o en Davos van todos negros, menos
las señoras indias, la Merkel y yo;
las indias van con sari y la Merkel
tiene una colección de americanas de
colores como yo, y la gran diferencia
es que en ella nadie se ha fijado.
¡Es una discriminación brutal!p
RACC 9 marzo 2018