fauna marina con lo mejor de la terrestre,
en reservas menos saturadas
que otros lugares y con una estabilidad
política que, con el fantasma
del apartheid cada vez más lejano, le
añaden un plus de atractivo irresistible.
En sus horizontes se alternan
las grandes sabanas con cadenas
montañosas como las Lebombo, que
al este del parque Kruger delimitan
también el principio de una zona
de bosques tropicales. Por su parte,
la costa ofrece playas desérticas de
aguas turquesa. Y sin embargo, hay
dos visitas imprescindibles en esta
ruta con un fuerte acento urbano:
se trata de Ciudad del Cabo y Johannesburgo.
La primera es la más
“europea” de Sudáfrica desde que
unos colonos holandeses escogieron
el lugar para plantar lechugas, con
las que combatían el escorbuto de k
TRES CURIOSIDADES DE TRES RUTAS IDÍLICAS
HOLANDA.
La “playa” de Aalsmeer.
Cerca de Áms–
terdam, no te puedes
perder The Beach, una
playa artificial cubierta,
con arena y todo, para
bañarse en cualquier
época del año. Ocupa
un antiguo almacén de
flores y es la delicia de
pequeños y mayores.
ESCOCIA.
Donde nació el golf.
Un poco más allá de
Falkland, se encuentra
la población de St. Andrews,
donde se inventó
el golf. La leyenda local
dice que lo concibió el
diablo para atormentar
a los que se libraban del
infierno. Así que ¡cuidado
si juegas a golf!
SUDÁFRICA.
El Señor de los Anillos.
El autor del libro El Señor
de los Anillos, J.R.R.
Tolkien, nació en Sudáfrica.
Los bosques de
Hogsback, en los montes
Amatole lo inspiraron
para escribir sus
célebres libros, no los
paisajes de Nueva Zelanda,
que jamás visitó.
Avistar fauna en estado salvaje es uno de los sueños anhelados de los viajeros que visitan Sudáfrica.
RACC 67 marzo 2018
SEAN GLADWELL/GETTY